miércoles, 13 de abril de 2011

Azufre

Funciones. Es un importante componente de tres aminoácidos que se ocupan de formar proteínas así como de la tiamina reconocida como Vitamina B1.Se encuentra presente en la queratina, que es una sustancia proteica de la piel, uñas y pelo, participa en la síntesis del colágeno (elemento que mantiene unidas a las células). También interviene en el metabolismo de los lípidos y de los hidratos de carbono.                                                                    

Fuentes dietéticas. Sus fuentes naturales son el queso, huevos, legumbres, carne, frutas secas, ajo y cebolla.                                                                                                                               

Carencia. La carencia de azufre en el organismo se ve reflejada en un retardo en el crecimiento debido a su relación con la síntesis de las proteínas.                                                         

La incorporación excesiva del azufre contenido en los alimentos no es considerada tóxica, pero si es peligrosa la ingestión de azufre inorgánico a través de productos no recomendados por profesionales de la medicina.                                                                                         

Su exceso es eliminado por el organismo a través de la orina.

Los microminerales o elementos traza son también esenciales, pero el organismo los requiere en menor cantidad (cinc, cobre, yodo, cromo, selenio, cobalto, molibdeno, manganeso y flúor), por lo que no hay tanta posibilidad de que se produzcan déficits.


Hierro

Nuestro organismo contiene unos 4,5 gramos de hierro (75% en hemoglobina).

Funciones. Forma parte de la hemoglobina que transporta el oxígeno hasta las células. Es necesario para la utilización de las vitaminas del grupo B, colabora en el sistema inmunológico e interviene en la función y síntesis de neurotransmisores (mensajeros químicos).

Fuentes dietéticas. El hierro que contienen los alimentos de origen animal. Las principales fuentes son el hígado, las carnes y los pescados, donde se encuentra en forma hemínica y se absorbe mejor que el de procedencia vegetal o del huevo. Entre las fuentes de origen vegetal destacan legumbres, frutos secos, frutas desecadas y verduras de hoja, con porcentajes de hierro elevados, pero cuya absorción es muy inferior, ya que se encuentra en forma no hemínica. La vitamina C y las proteínas son factores que mejoran su asimilación, mientras que un exceso de vitamina B9 o ácido fólico, de fitatos (compuesto presente en las cubiertas de cereales), de taninos (vino tinto, té, café, espinacas, pasas y uvas y otras frutas como granada, caquis, membrillo o manzana) o de oxalatos (en espinacas, remolacha, espárragos, setas, cerveza, té, chocolate…) la reducen.

Carencia. Anemia ferropénica, debilidad y mayor riesgo de infecciones. 

Toxicidad. La toxicidad es rara y suele deberse a un problema metabólico. Niveles altos de hierro se asocian a alteraciones hepáticas, pancreáticas y cardiacas.




Electrolitos: sodio, cloro y potasio

Se encuentran distribuidos en los distintos líquidos corporales.

Funciones. Regulan el contenido de agua dentro y fuera de las células, intervienen en la transmisión del impulso nervioso y la actividad muscular. 

Fuentes dietéticas. La sal es el alimento por excelencia rico en sodio y cloro, por lo que abunda en derivados cárnicos y conservas, salazones, ahumados. Son buena fuente de potasio los vegetales: frutas y verduras, legumbres, frutos secos, frutas desecadas, cereales integrales y patatas. 

Carencia. La carencia de sodio o de cloro se relaciona con calambres musculares, confusión mental y pérdida de apetito. El déficit de potasio se asocia a debilidad muscular y parálisis. 

Toxicidad. El exceso de sodio se relaciona directamente con el aumento de la presión arterial (hipertensión), la retención de líquidos y la sobrecarga renal. El de cloro se asocia a vómitos y el de potasio a debilidad muscular con riesgo de alteraciones cardiacas.

·        Potasio: Ayuda al funcionamiento de los riñones y del corazón, ayuda en la transmisión de impulsos nerviosos, controla el nivel de agua corporal. 
Su falta provoca: Debilidad muscular y mareos.
Viene en: Vegetales de hoja verde, fruta en general, papas.



·        Sodio: Mantiene el balance de los sistemas de fluidos físicos. El sodio es necesario para el funcionamiento de nervios y músculos. Un exceso de sodio puede dañar nuestros riñones e incrementa las posibilidades de hipertensión. Es un componente de muchas comidas, por ejemplo la sal común. Se encuentra: en crustáceos, despojos, pescados y salazones.



·        Cloro: Se encuentra en el organismo en forma iónica y, junto con el sodio y el potasio, son los electrolitos más abundantes en el organismo. Favorece el equilibrio ácido-base y ayuda al hígado en su labor de desintoxicación. Interviene en la regulación del balance hídrico del organismo. Se encuentra en: muchos alimentos como en la sal común, en las algas, en las aceitunas y en el agua que bebemos entre otros.


Magnesio

Nuestro organismo contiene unos 25 gramos de magnesio, ubicado en los huesos.

Funciones. Interviene en la síntesis de proteínas y tiene un suave efecto laxante. Es importante para la transmisión de los impulsos nerviosos y aumenta la secreción de bilis.

Fuentes dietéticas. Verduras y legumbres verdes, frutas, frutos secos, cereales integrales, cacao, pescados, mariscos y aguas magnésicas (más de 50 mg/Litro).                                        

Carencia. Fallos en el crecimiento, alteraciones en el comportamiento, debilidad y espasmos.                                                                                                                                               

Toxicidad. Diarrea.


Fuente (Imagen):

http://www.losarchivosdelatierra.com/

Fósforo

Fósforo

En el organismo hay unos 860 gramos de fósforo -el 80% en los huesos.

Funciones. Forma parte de huesos y dientes e interviene en la actividad nerviosa y muscular. Cuando se asocia con ciertos lípidos, da lugar a los fosfolípidos (componentes estructurales de membranas celulares). Cumple también un papel esencial en el almacenamiento y la utilización de energía. 

Fuentes dietéticas. Carnes, pescados, huevos y lácteos, refrescos de cola, frutas desecadas y frutos secos, cereales integrales y legumbres. 

Carencia. Debilidad y desmineralización del hueso. 

Toxicidad. Desmineralización del hueso.


Fuente (Imagen):

http://mujer-bonita.net/tag/el-ciclo-del-fosforo




 

Calcio

Nuestro organismo contiene unos 1.500 gramos de calcio -el 99% en los huesos-

Funciones. Forma parte de huesos y dientes e interviene en la contracción muscular, en la excitabilidad nerviosa y en la coagulación de la sangre. 

 
Fuentes dietéticas.  La vitamina D, las proteínas, la lactosa (azúcar de la leche), así como una adecuada proporción entre el calcio y el fósforo en el alimento o en el conjunto de la dieta son factores que mejoran su asimilación. 

Los lácteos (leche, yogur, cuajada, quesos...) tienen la fama de ser las mejores fuentes de calcio, pero hay otras alternativas. La soja y sus derivados, los pescados de los que se come la espina (como las sardinas enlatadas), el sésamo, la melaza, la leche de almendras, de coco o de avena, ciertas algas que se emplean como complemento dietético, aguas cálcicas. Las legumbres, ciertas verduras y frutas, así como los frutos secos, también contienen calcio, pero su aprovechamiento por parte del organismo es muy inferior al de otras fuentes alimenticias. Esto es debido a que en los vegetales el calcio cumple una función estructural formando complejos con otras sustancias como fibra, por lo que apenas pueden ser aprovechados.
Carencia. Produce crecimiento detenido en niños (raquitismo), osteoporosis (pérdida de densidad del hueso), osteomalacia (ablandamiento del hueso, asociado a carencia de vitamina D) y convulsiones. Una ingesta excesiva genera riesgo de calcificaciones.



Fuente (Imagen):

http://queelalimentoseatumedicina.blogspot.com/

Sales minerales en el cuerpo

Son elementos que el cuerpo requiere en cantidades bastante pequeñas. Su función es reguladora, no aportan energía. Los macrominerales (calcio, fósforo, sodio, cloro, magnesio, hierro y azufre) son minerales esenciales y se necesitan en mayor proporción que otras sales.


Calcio


Fósforo

Magnesio
Electrolitos: sodio, cloro y potasio
Hierro
Azufre

Otros:

Flúor: 
Zinc: 
Cobre:
Manganeso:
Selenio:
Molibdeno:
Yodo:
Cobalto:
Cromo:

Fuentes de Información:
http://www.muscularmente.com/cuerpo/nutricion/vitaminas.html
http://www.alimentacion-sana.com.ar/Portal%20nuevo/actualizaciones/sales.htm